Dra. Paola Freire
Otorrinolaringóloga
Hoy hablaremos sobre la pérdida auditiva, y como esta puede afectar la capacidad del niño para desarrollar el habla, el lenguaje y las destrezas sociales. Por tanto, es recomendable que tú, como padre, si detectas pérdida auditiva en tu hijo, acudas lo más pronto posible donde un especialista, para evitar que esa afección pase a mayores.
¿En qué consiste la pérdida auditiva?
Sucede cuando alguna de las partes del oído no funcionan de manera normal. Esto incluye el oído externo, el oído medio, el oído interno, el nervio auditivo (acústico).
Signos y síntomas de la pérdida auditiva son muy diferentes en cada niño. Lo primero es hacerle, a través del médico, un prueba de audición – técnicamente llamada audimetría– para determinar si efectivamente existe una pérdida. Sin embargo, a pesar que el niño haya pasado antes una prueba de audición, es importante tomar en cuenta los siguientes aspectos:
- El niño no se alarma con ruidos fuertes.
- No voltea la cabeza hacia la fuente de un sonido después de los 6 meses de edad.
- No dice palabras sencillas como “mamá” o “papá” cuando tiene un año.
- Voltea la cabeza cuando ve a su padre, pero no lo hace si se lo llama por su nombre. A veces se piensa equivocadamente que se trata de falta de atención o que el niño simplemente ignora a la otra persona, pero puede ser el resultado de una pérdida auditiva parcial o total.
- Parece escuchar algunos sonidos, mas otros no.
- Tarda en hablar.
- No habla en forma clara.
- No sigue instrucciones.
- Es usual que diga “¿qué?”
- Le gusta ver la televisión con un volumen muy alto.
La manera en que los bebés y los niños juegan, aprenden, se comunican y actúan, es decir, de manera normal, son indicadores que las cosas marchan bien, pero si hay un retraso o afectación en estas actividades puede ser signo de pérdida auditiva o de otro problema del desarrollo.
Pruebas de detección y diagnóstico
Las pruebas de la audición pueden determinar si un niño podría tener pérdida auditiva. Las pruebas de la audición son fáciles y no son dolorosas. De hecho, los bebés suelen estar dormidos cuando se les hacen las pruebas. Toman poco tiempo, por lo general solo unos minutos.
Las pruebas deben hacerse a más tardar cuando cumpla un mes de edad, y si el bebé no pasa la prueba, inmediatamente realizar pruebas audiológicas más especificas.
Asimismo, es importante que todos los niños se les evalúe la audición antes de que entren a la escuela, o cuando se sospeche de algún problema auditivo. La recomendación es realizar esta evaluación anualmente.
Tratamientos e intervenciones
Buenos planes de tratamiento incluirán la vigilancia atenta, seguimientos y cualquier cambio que sea necesario a lo largo del proceso. Existen muchas opciones de comunicación para los niños con pérdida auditiva y sus familias. Algunas de estas opciones incluyen:
- Aprendizaje de otras formas de comunicación, como el lenguaje de señas.
- Tecnología para ayudar con la comunicación, como audífonos e implantes cocleares.
- Medicamentos y cirugía para corregir algunos tipos de pérdida auditiva.
- Servicios de apoyo familiar.
¿Cuales son las causas de esta enfermedad?
La pérdida auditiva puede ocurrir a cualquier edad, provocando problemas del desarrollo si no se reconoce y se trata de manera temprana, ya que una audición normal es necesaria para comprender el lenguaje hablado y para hablar de forma clara en el futuro.
La mayoría de los niños experimentan una pérdida auditiva leve cuando se acumula líquido en el oído medio debido a la congestión, los resfriados o las infecciones en el oído. Esta pérdida auditiva suele ser solamente temporal; la audición normal comúnmente regresa una vez que la congestión o la infección mejoran y la Trompa de Eustaquio (que conecta el oído medio con la garganta) drena el líquido remanente hacia la parte posterior de la garganta.
En niños, uno de cada diez, el líquido permanece en el oído medio después de una infección de oído debido a problemas con la Trompa de Eustaquio. Los niños que tienen este problema no oyen tan bien como lo hacen normalmente la mayoría de los niños. Debido a esto, a veces tardan más tiempo en hablar.
Cuando un niño tiene una deficiencia auditiva conductiva, puede haber una anomalía en la estructura del canal auditivo externo o el oído medio. O puede haber una gran cantidad de cerumen (cera) alojada en el canal auditivo. Otra causa posible es que haya líquido en el oído medio que interfiere con la transferencia del sonido.
Asimismo, hay una pérdida auditiva neurosensorial (también llamada sordera nerviosa), deficiencia auditiva causada por una anomalía del oído interno o de los nervios que transportan mensajes sonoros desde el oído interno al cerebro. La deficiencia puede estar presente al nacer u ocurrir en cualquier momento después del nacimiento. Incluso si no hay antecedentes familiares de sordera, la causa suele ser genética, o si la madre tuvo rubéola (sarampión alemán), citomegalovirus (CMV), toxoplasmosis u otra enfermedad infecciosa que afecta el oído interno durante el embarazo.
Si la audición no mejora en un período de tres meses y sigue habiendo líquido detrás del tímpano y hay suficiente deficiencia auditiva conductiva (aunque sea temporal) por el líquido, el especialista puede recomendar drenar el líquido por medio de tubos de ventilación. Estos tubos se insertan quirúrgicamente a través del tímpano. Esta es una operación menor y tarda aproximadamente 15 minutos, pero tu hijo debe recibir anestesia general para que se realice correctamente.
Si una pérdida auditiva conductiva se debe a una malformación del oído externo o medio, un audífono puede restaurar la audición a niveles normales o casi normales. La colocación temprana de audífonos para bebés con deficiencia auditiva es importante para darles la posibilidad de que conozcan el sonido y el lenguaje. La exposición temprana al lenguaje hablado o visual (de señas) tiene un impacto muy positivo en el desarrollo del lenguaje. En los niños con deficiencia auditiva neurosensorial de leve a moderada, los audífonos pueden mejorar tanto la audición que la mayoría pueden desarrollar un habla normales.
Implantes cocleares
Si tu niño manifiesta una deficiencia auditiva grave o profunda en ambos oídos y los audífonos no le proporcionan ningún beneficio, o este es muy pequeño, podría ser un candidato para implantes cocleares.
Un implante coclear es un pequeño dispositivo electrónico que ayuda a las personas a escuchar. Se puede utilizar para personas sordas o que tengan muchas dificultades auditivas. El implante coclear no es lo mismo que un audífono, ya que este se implanta por medio de una cirugía y funciona de una manera diferente.
Hay muchos tipos diferentes de implantes cocleares. Sin embargo, en su mayoría, constan de varias partes similares.
- Una parte del dispositivo se implanta quirúrgicamente dentro del hueso que rodea el oído (hueso temporal). Consta de un estimulador-receptor, el cual acepta, decodifica y luego envía una señal eléctrica al cerebro.
- La segunda parte del implante coclear es un dispositivo externo. Este está formado por un micrófono/receptor, un procesador de lenguaje y una antena. Esta parte del dispositivo recibe el sonido, lo convierte en una señal eléctrica y lo envía a la parte interna del implante coclear.
Es fundamental que los padres apenas reconozcan alguna señal de falta de audición en el bebé o en el niño, acudan inmediatamente con un especialista, porque la prevención es fundamental para que el niño obtenga el mejor tratamiento posible y una adecuada calidad de vida.
Me despido, esperando que este contenido haya sido de utilidad.
Dra. Paola Freire
Otorrinolaringóloga
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