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Los niños y la amigdalitis

Dra. Paola Freire

Otorrinolaringóloga

Hoy, vamos a tratar este tema y ver en detalle qué es esta enfermedad, la cual afecta mayormente a niños entre la edad preescolar y mediados de la adolescencia.

Inflamación de las amígdalas 

La amigdalitis no es otra cosa que la inflamación de las amígdalas, aquellas dos estructuras ubicadas a ambos lados de la parte posterior de la garganta.  Respecto a las causas que la provocan, en su mayoría se deben a infecciones por virus y también por bacterias.

Sobre los signos y síntomas que presenta, te puedo enumerar los siguientes:

  • Amígdalas rojas e inflamadas
  • Parches o recubrimientos blancos o amarillos en las amígdalas
  • Dolor de garganta
  • Dificultad o dolor al tragar
  • Fiebre
  • Ganglios en el cuello
  • Voz rasposa, apagada o ronca
  • Mal aliento
  • Dolor de estómago
  • Dolor o rigidez de nuca
  • Dolor de cabeza

Además, en niños demasiado pequeños, quienes no pueden describir con claridad cómo se sienten, los síntomas pueden ser los siguientes:

  • Babeo debido a dificultad o dolor al tragar
  • Falta de apetito
  • Agitación inusual

La bacteria que más comúnmente causa amigdalitis es la Streptococcus pyogenes (estreptococo del grupo A), la bacteria que causa amigdalitis estreptocócica. Otras cepas del estreptococo y otras bacterias también pueden causar amigdalitis. 

¿Por qué es más común en niños que en adultos?

Las amígdalas son la primera línea de defensa del sistema inmunitario contra las bacterias y los virus que ingresan a la boca, no obstante, los niños de 5 a 15 años están más expuestos a gérmenes, ya que en la edad escolar están en contacto directo con sus compañeros y es frecuente infectarse con virus o bacterias que pueden causar amigdalitis, adicional a esto los niños, para quienes el juego es una rutina diaria, no siempre aplican al pie de la letra las medidas de higiene de las manos. 

Sin embargo, algo curisoso sucede con el pasar de los años, en el sentido que el sistema inmunitario de las amígdalas disminuye después de la pubertad, factor que podría ser la causa de los casos pocos frecuentes de amigdalitis en adultos.

Complicaciones, y cuándo llamar al médico

Si tu niño presenta dolor de garganta con fiebre, que no cede después de 24 a 48 horas; dolor o dificultad al tragar; y debilidad, fatiga o agitación extremas, es hora de llamar o llevarlo al médico. 

Sobre las complicaciones te nombro que pueden ser: interrupción de la respiración durante el sueño (apnea obstructiva del sueño); infección en los tejidos circundantes (celulitis amigdalina); infección que produce una acumulación de pus detrás de una amígdala (absceso periamigdalino).

Ahora, si la amigdalitis causada por el estreptococo del grupo A, u otra cepa, no se trata a tiempo o no se completa el tratamiento con antibióticos, puede aparecer estos trastornos: fiebre reumática, que puede afectar al corazón, las articulaciones –en algunos casos graves–, el sistema nervioso y la piel; infección estreptocócica caracterizada por una erupción prominente en la piel; inflamación de los riñones; y artritis.

Medidas preventivas 

La mejor prevención es tener buenos hábitos de higiene. Enséñale a tu hijo a realizar lo siguiente:

  • Lavarse las manos completamente y con frecuencia, sobre todo después de ir al baño y antes de comer, y luego de toser o estornudar.
  • Evitar compartir alimentos, vasos, botellas de agua o utensilios.
  • Reemplazar el cepillo de dientes después de recibir un diagnóstico de anginas.
  • Enseñarle a que tosa o estornude en un pañuelo de papel o, cuando sea necesario, en la parte interna del codo.

¿Cuándo se debe optar por la cirugía? 

La cirugía para extirpar las amígdalas (la amigdalectomía), que alguna vez fue un procedimiento frecuente para la amigdalitis, hoy se la realiza solo cuando la amigdalitis se produce con frecuencia (más de 4 veces al año), sangrado, o que los tratamientos previos no han respondido, o se hayan presentado complicaciones graves posteriores.

Asimismo, hoy la amigdalectomía se suele llevar a cabo para tratar la respiración asociada a trastornos del sueño. También, puede ser necesaria para tratar problemas respiratorios o de otro tipo relacionados con el agrandamiento de las amígdalas y enfermedades poco frecuentes de las amígdalas.

El tiempo de recuperación en este tipo de intervención es de al menos 10 días y hasta 2 semanas.

Sobre los riesgos de una amigdalectomía, al igual que otras cirugías, pueden ser: reacciones a los anestésicos; hinchazón  de la lengua y del paladar blando, que provoca problemas para respirar; sangrado durante la cirugía; sangrado durante la cicatrización; infección, que requiera otro tratamiento.

Sobre la preparación para la cirugía, puedo comentarte que es posible que el médico te pida que suspendas algunos medicamentos o que modifiques las dosis de los medicamentos varios días antes a la cirugía; no comer nada después de la medianoche previa a la cirugía; y planificar un tiempo de recuperación de 10 días a dos semanas o más luego de la intervención, la cual suele realizarse como procedimiento ambulatorio, es decir,  que tu niño podrá volver a casa el mismo día de la cirugía. 

Adicionalmente, es importante ingerir muchos líquidos después de la cirugía para evitar deshidratarte. El agua y las paletas heladas son buenas opciones; además, alimentos blandos fáciles de tragar, como puré de manzana o consomé; y luego los alimentos que se pueden masticar y tragar con facilidad deben incorporarse a la dieta tan pronto como sea posible. Hay que evitar los alimentos ácidos, muy condimentados, crocantes o duros que podrían provocar dolor o sangrado; y por último, el reposo en cama durante varios días después de la cirugía. 

Tu hijo debería realizar sus actividades cotidianas como volver a la escuela una vez que haya retomado una dieta normal, que esté durmiendo normalmente durante la noche y que no necesite analgésicos. 

Resultados finales

La amigdalectomía disminuye la frecuencia y la gravedad de la faringitis estreptocócica y otras infecciones bacterianas. 

De igual manera, la amigdalectomía para tratar la apnea obstructiva del sueño, y otras afecciones no relacionadas con infecciones, pueden mejorar los resultados cuando otras estrategias terapéuticas no han sido beneficiosas.

Como siempre mi consejo final: que me visites si tu niño, o de pronto tú mismo como adulto, presentas síntomas como los antes descritos, que puedan dar la alerta de una posible amigdalitis

Dra. Paola Freire
Otorrinolaringóloga
Atención presencial y videoconferencia:
0998089307 o 023824440 op. 5

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