Dra. Paola Freire
Otorrinolaringóloga

Es muy común que las personas hagan, de su rutina diaria de aseo, sobre todo luego de la ducha, el limpiarse los oídos, utilizando para el ello los famosos cotonetes o hisopos, para quitar el exceso de cerumen o más comúnmente llamado cera en el oído, algo por cierto no recomendable hacerlo por propia cuenta, porque implica riesgos para la salud auditiva.

Por tanto, en esta ocasión vamos a hablar del cerumen en el oído y, como siempre, los mejores consejos médicos respecto al tema de hoy.

¿Qué es el cerumen en el
oído, y en qué nos ayuda?

Existen glándulas en la parte externa del canal auditivo, que lo recubren, segregando un aceite ceroso, el cerumen, el cual se despliega de manera progresiva al transcurrir los días, siempre en pequeñas cantidades, viajando regularmente hacia la abertura del oído.

El cerumen, y los pequeños vellos que hay en estos conductos, atrapan el polvo y otras partículas extrañas que pueden dañar las estructuras más profundas, como el tímpano, es decir, es una de las defensas naturales del cuerpo para limpiar, lubricar y proteger el conducto auditivo al atrapar la suciedad, retrasar el crecimiento de las bacterias y evitar que se irrite cuando entre agua.

Si bien es cierto en la mayoría de las personas se elimina o cae de manera natural, a medida que se segrega cerumen nuevo para reemplazarlo, o con el lavado, si segregas una cantidad excesiva de cerumen o si este no se elimina de forma correcta, puede acumularse y bloquear el canal auditivo y es una de las causas más comunes de la pérdida de audición.

Síntomas de una
oclusión por cerumen

En algunas personas, las glándulas producen más cerumen de lo que puede eliminarse fácilmente del oído. Este cerumen adicional puede endurecerse en el conducto auditivo y bloquear el oído, causando tapon de cera.

No obstante, debo adicionalmente decirte que las oclusiones por cerumen ocurren comúnmente cuando las personas tratan de limpiarse los oídos ellas mismas, introduciendo hisopos de algodón u otros productos, empujando el cerumen hacia adentro del oído en lugar de sacarlo. Por ello, mi recomendación, y de todos los médicos, es evitar el uso de cotonetes para limpiar los oídos.

¿Cuándo es hora de
consultar al médico?

Quizá estás acostumbrado a eliminar el cerumen por tu cuenta, pero no hay manera de saber si tienes exceso de cerumen sin una revisión medica de tus oídos. Tener signos o síntomas, como dolor de oídos o una disminución de la audición, no necesariamente significa que tengas acumulación de cera. Es posible que tengas otra afección relacionada con los oídos a la que debas prestarle atención, por tanto, deja de convertirte en médico y no te limpies la cera de los oídos por tu propia cuenta, muchos daños al oído son fruto de usar hisopos, porque el conducto auditivo y el tímpano son delicados, por lo que pueden dañarse fácilmente.

Si la oclusión por cerumen se transforma en un problema, tu médico puede tomar medidas simples para retirar la cera en forma segura. Si percibes una obstrucción fuera de lo normal del oído o persisten los síntomas antes explicados, pero también cuando hay secreción en le oído, dolor, fiebre o pérdida de la audición, la cual después de limpiar la cera perdura, es hora de ir al especialista.

Tratamiento
adecuado

Te comento, adicionalmente, que en la mayoría de los casos la audición se recupera por completo después de extraer el cerumen de manera adecuada por parte de un especialista; sin embargo, no está por demás advertir que las personas que utilizan audífonos deberían hacerse revisar el canal auditivo para determinar si hay exceso de cerumen cada 3 a 6 meses.

Reitero, antes de finalizar este blog, que tratar de extraer el cerumen por tu cuenta puede causar una infección en el conducto auditivo y puede dañar el tímpano, por ello es mejor que acudas a un otorrinolaringólogo.

Dra. Paola Freire
Otorrinolaringóloga
Atención presencial y videoconferencia:
0998089307 o 023824440 op. 5