Dra. Paola Freire
Otorrinolaringóloga
Hoy, te comparto un tema muy interesante, sobre todo para los padres: cómo prevenir la otitis y qué es este padecimiento en la salud auditiva.
¿Qué es la otitis?
Básicamente es cuando el oído medio se inflama, debido por lo general a una virus o bacteria, y esto sucede cuando se acumula líquido detrás del tímpano. Cualquiera puede tener una infección del oído, pero es más común en los niños menores de 1 año. Cinco de cada seis niños tienen por lo menos una infección del oído antes de cumplir los tres años de edad. Debo decirte que la infección del oído es la razón más común por la cual los padres llevan a sus hijos al médico.
Asimismo, cuando el oído medio se llena de pus (líquido infectado), este ejerce presión sobre el tímpano, lo cual genera dolor.
Tipo de Otitis
Te voy a nombrar tres:
- Otitis media aguda (OMA): es de la más común y es cuando del oído medio se infectan e inflaman y hay líquido atrapado detrás del tímpano, produciendo dolor de oído y en ocasiones fiebre.
- Otitis media con efusión (OME): a veces se presenta después que la infección del oído ha pasado porque quedó líquido atrapado detrás del tímpano. En la OME existe la posibilidad que el niño no tenga síntomas, pero el médico puede ver el líquido detrás del tímpano usando un otoscopio.
- Otitis media crónica con efusión (OMCE): se presenta cuando queda líquido en el oído medio por más de tres meses o cuando el líquido permanece en el oído, aunque no haya infección. La OMCE podría afectar capacidad auditiva del niño.
Otros síntomas de alerta son cuando hay mucho dolor de oído, o cuando hay fiebre, o también problemas para comer, beber o dormir, porque masticar, succionar y estar acostado pueden provocar cambios dolorosos en la presión el oído medio.
Los niños mayores se pueden quejar de dolor de oído, pero los niños pequeños pueden limitarse a tocarse o a estirarse la oreja, o estar inquietos y llorar más de lo habitual.
No obstante, debo advertirles de algo, si la presión ejercida por el líquido acumulado en el oído medio es lo bastante alta, el tímpano se puede llegar a perforar, produciéndose un derrame de líquido hacia el exterior, provocando la ruptura de tímpano en los niños, y al suceder esto el niño puede estar mareado o tener náuseas y tener zumbidos en el oído afectado.
Otros síntomas a tomar en cuenta
- Se lleva la mano a una o ambas orejas y jala de ellas.
- Está molesto y llora.
- Presenta problemas para dormir.
- Tiene fiebre.
- Sale por su oído líquido o pus.
- Tiene problemas de equilibrio.
- No escucha muy bien.
¿Cómo ocurren las infecciones de oído?
Para responder a esta pregunta debo iniciar comentándote que la infección del oído normalmente se debe a un virus o bacteria, y es usual que inicia después que el niño tiene una infección de garganta, resfriado o catarro u otra infección común de las vías respiratorias altas. Si esta infección de las vías respiratorias altas es fruto de una bacteria, la misma se extiende por lo general al oído medio. Si la infección de las vías respiratorias altas se debe a un virus, por ejemplo, a un resfriado, la bacteria puede sentirse atraída a este medio adecuado para el desarrollo de microbios y pasar al oído medio en forma de una infección secundaria. Debido a la infección, hay líquido que se va acumulando detrás del tímpano.
Por si no la sabías las infecciones de oído suelen ocurrir debido a la inflamación en una o ambas trompas de Eustaquio (que son aquellos conductos que conectan el oído medio con la parte posterior de la garganta). Las trompas de Eustaquio permiten el drenaje de las mucosidades del oído interno hacia la garganta; y un catarro o resfriado, una infección de garganta, el reflujo ácido, o las alergias también pueden hacer que se inflamen las trompas de Eustaquio, obstruyendo el drenaje de las mucosidades, provocando que crezcan virus o bacterias en las mucosidades y crear pus, la que se acumulará en el oído medio.
¿Por qué los niños son los más afectados al contraer infecciones de oído?
Básicamente porque sus trompas de Eustaquio son más cortas, estrechas y horizontales, lo cual permite que las bacterias y virus accedan más fácilmente al oído medio. Además, sus adenoides, que son estructuras de tejido glandular ubicadas en la parte posterior de la garganta, son de mayor tamaño, de modo que pueden bloquear parcialmente la abertura de esas trompas.
Sin embargo, debo aclarar que hay otras causas, como son la exposición al humo del tabaco, la alimentación con biberón y el hecho de relacionarse con otros niños en guarderías y centros de preescolar. Curiosamente debo decirte que las infecciones de oído son más frecuentes en los niños que en las niñas, y estas, no son contagiosas.
Duración de una otitis
Por lo general la otitis se va por si sola en dos o tres días, a veces sin tratamiento alguno. Pero, en otros casos puede durar más (con líquido dentro del oído medio durante 6 semanas o más), incluso después de un tratamiento con antibióticos.
¿Cómo se diagnóstica?
No es nada complicado y es rápido, ya que se lo hace por medio de una exploración física que hace el especialista, examinando el oído con el uso de un otoscopio, ese instrumento de tamaño reducido similar a una linterna, que les permite ver el tímpano.
Tratamiento adecuado
En varios de los casos se prescribe analgésicos y anti inflamatoirios, otras veces antibiotióticos, que debe tomarse por un período de siete a diez días ytambién gotas para los oídos, que ayudan con la fiebre y el dolor.
Si el médico no puede hacer un diagnóstico definitivo de otitis media y tu niño no tiene un dolor de oído severo ni fiebre, quizá te recomiende esperar uno o dos días para ver si desaparece el dolor y la enfermedad se va por su cuenta, ya que el tipo de otitis afecta a las opciones de tratamiento, porque no todas las otitis se tratan con antibióticos; sin embargo, si no mejora durante las primeras 48 a 72 horas desde el inicio de los síntomas, las normas recomiendan a los médicos iniciar la terapia de antibióticos.
Hay otras afecciones que también pueden causar dolor de oído, como la salida de los dientes (o dentición), el hecho de tener un objeto extraño dentro del oído y los tapones de cera. El médico puede descubrir la causa de las molestias de tu hijo y tratarlas.
Consecuencias de las infecciones de oído
¿Pueden afectar a la audición?
La acumulación de líquido detrás del tímpano puede impedir el paso del sonido, lo que puede provocar problemas auditivos de carácter temporal, es decir, pérdidas auditivas leves, que pueden pasar desapercibidas.
Un niño con perforación del tímpano puede tener acúfenos o zumbidos de oído y no oír tan bien como de costumbre.
Consejos preventivos
Cómo siempre es mi estilo profesional, me rijo al viejo refrán «más vale prevenir que lamentar». Como padres no esperar que el niño presente síntomas para recién allí llevarlo al médico, sino considerar estos sencillos consejos y así evitaremos que tus pequeños deban sufrir de una otitis, que en buena parte puede ser prevenible. Veamos como:
- Vacuna a tu hijo contra la gripe, con la vacuna antigripal, también conocida como vacuna contra la influenza, una vez al año. Además, lleva al día el calendario de vacunaciones
- Vacuna a tu hijo con la vacuna neumocócica (PCV13), que lo protege contra un mayor número de bacterias que causan infecciones. Los estudios realizados demuestran que los niños vacunados tienen menos infecciones del oído comparados con los que no son vacunados.
- Habitúa al niño a lavarse las manos frecuentemente, ya que de esta manera evitará que los gérmenes se transmitan y que tenga resfriados o gripe, que como te dije anteriormente son las principales causas de la otitis.
- Evita exponer a su bebé al humo del tabaco. Estudios realizados demuestran que los bebés que están cerca del humo de los fumadores tienen más infecciones del oído.
- Nunca acuestes al bebé a dormir una siesta, o en la noche, con el biberón.
- Evita en lo posible que tu niño esté en contacto con otros niños que están enfermos.
- Amamanta al bebé durante por lo menos seis meses, esto puede ayudar a prevenir los episodios de otitis durante los primeros meses de vida. Si se le da el biberón, es mejor dárselo mientras está algo incorporado en vez de acostado.
- Evitar que el niño permanezca mucho tiempo en la piscina ya que es más propenso que ingrese agua a su oído.
Espero, como siempre, que la información contenida en este blog haya sido de utilidad y apliques estos sencillos consejos.
Dra. Paola Freire
Otorrinolaringóloga
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